Mono. De muchas cosas. Tenemos mono, uno del otro. Mono del mañana. Mono de cómo empezó. Mono de perdernos juntos, y encontrarnos de casualidad otra vez. Y todo eso sin perdernos de vista.
Tenemos mono, de que las flores florezcan, y de que el calor sea la excusa de llamar al tiempo verano. Mono de que se agote el frío y se vaya por donde vino, que no es por otro sitio que por el pasado.
Monopolizamos el mercado de las penas, y lo llevamos a la quiebra total. Ningún banco de la tristeza nos daba aún hipoteca para todo el amor que teníamos dentro, y ninguno nos quiso financiar, por miedo a perder caras tristes... Así que con la ayuda del mono, salimos adelante entre tanta crisis del amor y afrontamos, al mas puro estilo broker, apostando fuerte por lo que parecía algo prácticamente imposible y realmente rápido...
Teníamos mono, de encontrar un alma gemela, que fuera la copia exacta de todo lo que se llevaron nuestros sueños. Tuvimos mono, y lo consumamos, por causas del caprichoso destino, que tuvo mono de vernos juntos.
Tuvimos monosilábicas diciéndonos "zas!", "ya", y "muack". Hicimos un monólogo de que todo lo que debimos hacer y haremos. Un monomio despejado en la "x" de hace un par de blogs, y una monótona gráfica que tendía a infinito cuando nos cruzábamos las ganas.
Tendremos mono. Tú más que yo. Y dentro de poco sabrás por qué. Mono de mono.
Veníamos con mono, y hemos llegado al día de hoy, donde tenemos mono...
Mono de Reyes...
jueves, 5 de enero de 2012
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