jueves, 11 de junio de 2009

Un silencio necesario


Solo sabemos pegar voces. Aun cuando sabiendo que nadie escucha, zumbamos más fuerte. Un amigo llamado ego nunca te falla, él te dice quien te escucha(todo el mundo que tu quieras), cuando tu enemigo número 1, la razón, te dice lo contrario.

Pasa que siempre le hechamos cuenta a los tontos. Y asi nos va, buscando inconscientemente razones sin sentido, pero con direcciones. Direcciones a dónde queremos llegar, a ser el centro, a ser el ego.

Por eso uno a veces ha de callarse. En boca cerrada no entran tonterias. Además el estar callado es un ejercicio que ejercita el oido. Aprender a escuchar es casi tan importante como aprender a hablar.

El único problema; que el silencio dura muy poco. Comienza en la intención y acaba en el primer saludo que nunca te dan por las mañanas, el primer enemigo numero uno que se te cruza en un descuido o el primer diplomático que te saluda sin sentirlo.

Ahora pensandolo mejor, el silencio a veces incomoda, y te apetece hablar...
De hecho te entran unas ganas de descargar todo lo que un día dejastes de decir por diplomacia, que el mismo silencio acaba a voces...

Por eso llega esta arpía de palabras desmesuradas contra todo cáncer viviente dispuesto a hacer daño. Por eso meses callados, deseando de que llegara el día de decir, "ya he escuchado suficiente".
Y que vengan angustiados, por las formas, por los tratos, que todos sabemos callar y gritar cuando nos conviene, pero a dia de hoy, a ninguno de mis inconscientes le conviene escucharme...

Asi que calla, y sigue haciendo lo que hasta ahora sabías hacer, ser diplomáticamente falso, como si a caso fueran dos cosas diferentes...

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