miércoles, 17 de diciembre de 2008

La Comida Falsa y el Amigo Visible

Tras la llegada inesperada de un año más de aquella parafernalia de la Navidad, llega consigo, como si de la mano se llevasen, las comidas de empresas.
Algo ilícito en este país, una reunión donde el rey y dios de la fiesta es el señor Baco(por los antiguos romanos, el dios del vino), y donde las señoritas se convierten en carnazas, y donde por una vez al año, el término “pelota” se lo llevan todos.

A todos se nos encoge un musculo supra labial que mezclado con las neuronas mas falsas de tu cerebro, se reúnen en paz y armonía, provocando así, lo que vulgarmente se denomina; sonrisa. Aquella sonrisa, que estas deseando de acabar y que voluntariamente comenzaste a hacerla, sin ningún pudor hacia tus ideales; cuando de repente te llega la invitación para la comida de Navidad.
Pecamos de falsos, e hipócritas, de plebeyos y convencionistas.

En la comida de empresa prima por encima de cualquier plato de jamón, la hipocresía, el desamparo y el abandono, cual nombre de hermandad de semana santa se tratase.
Tal es la situación que para no estropear esa bonita estampa de antaño, recurren al, según mi opinión, el juego más rastrero e irónico que hay en el mundo. El amigo invisible.

Para el que no haya caído en la tentación de jugar en él, trata de coger un papelito de una bolsa, el cual, tiene un nombre escrito, el nombre de tu próxima víctima.
El cúmulo de hipocresía en una comida de falsedad…, hace que cuando se vaya a coger un papelito, estés deseando que te toque en él, aquella persona que te ha estado madrugando las bolsas testiculares (por no decir cojones) entre una comida y otra.
Ese es el único juego que hace que la Navidad sea lo que es; pura venganza y envidia, egoísmo, y chantaje.

Toque la persona que te toque es de obligado cumplimiento, aquello de comprarle el regalo que menos le venga bien. Solo una pega de tantas,... el nombre del juego.

“El amigo invisible”; es lo peor que le viene al juego; lo mejor lo otro, que se disfruta viendo la cara de tu víctima, por momentos se agradece ser visible. Es una manera sutil de vengarse a largo plazo, plazo que dura entre la primera vez que fuiste a una comida de empresa, y a la ultima que vas.

Cuando acabes de comer y jugar, búscate un rato. Búscate entre el primer y segundo plato, entre el papelito de la tía buena de la empresa y el soplagaitas ayudante del jefe,..
Cuando puedas, piérdete en tu inframundo, y vuelve en sí, y así podrás sobrevivir un jueves más de diciembre como una persona normal…

O como fueras, antes de leerte esto. Feliz Amigo Visible.

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