Y fuimos... lo que son las cosas...Fuimos, y hasta hoy no me había dado cuenta...
Anochecimos en medio de la nada, semidesnudos,
sólo nos cubría la vergüenza y las ganas... Éstas últimas son el mejor vestido que te he visto puesto hasta entonces...
Teníamos una chaqueta repleta de excusas para estar juntos, por si fuera a hacer frío. Teníamos
compañía, que indudablemente, tenía
la propiedad de ser mutua, y
la propiedad de ser única...
Elegimos cómo llegar, a qué hora, hacia dónde. Nos lo propusimos todo, sin saber que ya
estaba todo avisado. Que ya
estaba todo advertido...
No me culpes de que esto lo tenía todo preparado, porque como tú, me voy a dar cuenta
cuando acabe de leer esto...
Era Noviembre, si no me equivoco, el segundo mes desde que nos aprendimos
el teorema de la sonrisa, el primero casi, que empezamos a ponerlo en práctica...
Mientras nos acercábamos no paramos en detalles de a dónde íbamos,
despejamos la incógnita de nuestras conversaciones y
derivamos el tema a otros aspectos , como por ejemplo, de qué
color son los caramelos, todos menos
azules...
Otro día que nos volvemos a presentar como si fuera el primero. Otro día que empezamos a conocernos y
nos dejábamos conocer, más que nada, para no parecer extraños, más que nada para que otro día no nos parezca rutinario...
Silencio estuvo con nosotros. Estuvo callado entre nosostros dos. No nos molestó mucho. Lo invité yo porque su novia,
la vergüenza, me dijo que lo entretuviera mientras
le hacía una sorpresa...
En el camino recuerdo como a bocados nos comíamos con la mirada. Cómo nos aguantábamos las ganas de aguantar las ganas. Y así ganamos todos...
Literalmente, llegamos y nos supo a gloria. Literalmente, pisamos tierra, y estábamos en las nubes...
Figúrate cuánto tiempo llevábamos sin probar esto.
Gozamos, creo que como nunca nos hicieron gozar, como nunca nos hicieron sentir.... Producimos un
climax colectivo y llegamos, porqué no decirlo, al orgasmo más compartido que tuvimos en compañía...
Recuerdo tu ilusión
plasmada en HD en tu cara. Recuerdo como a modo de espejo se reflejaba en la mía...
Imagínate los dos allí. Entre estantes de cosas. Entre estanterías y pasillos con objetos capaces de llenar un hogar...
Giramos a la izquierda, luego a la derecha, seguimos rectos... andábamos perdidos,... a mí, sinceramente, me daba igual... si creo que hasta íbamos por buen camino...
Otra vez a la izquierda y ahí estábamos
en el pasillo de lo que nunca nos decimos con palabras, ahí nos llevamos un buen rato, llenamos la cesta de
futuras y 'cincuentaporcientas' probabilidades...
Lo compartimos todo. Llenamos la cesta de ilusiones. Y cuando llegamos al pasillo del alcohol,
nos emborrachamos de risa, y nos reimos de cerveza...
Lo pagaste y nos fuimos
como si hubieramos robado. Como si hubiera algo que no habías pagado...
Escondimos
el cariño al pasar por caja y no nos lo cobraron... Sólo espero no tener que volver para descambiarlo...
Nos dimos
un abrazo delante de las narices de la dependienta... y nos fuimos por la puerta que nos vió entrar, con una sonrisa que se salía virtualmente de nuestra cara...
Obviamente no me di cuenta. ¡¡¡
Fuimos al supermercado y lo compramos casi todo...!! Fuimos y no nos dimos cuenta de que
ya estaba escrito,...
de que ya estaba avisado...