
El otro día te vi jugar con ellos. Coqueteaste y ellos se dejaron querer. Le diste abrazos, besos, no-miradas,... le diste hasta vergüenza , pero vergüenza de la tímida, de la que enamora y ellos la aceptaron con mucho gusto...
Todavía me acuerdo del día que los abandonamos. ¡Ni se quejaron! Estuvieron esperándonos, por si volvíamos y no aparecimos... Preguntaron por nosotros, pero no para echarnos la bronca u obligarnos a nada, sino simplemente porque estaban preocupados por nosotros, no sabían como estábamos, nos echaban de menos...
Tampoco me olvido del día que le prometimos... Aquel día que no había horas para ocupar todo lo que le tenemos preparado. Y el caso es que por cada hora que pasamos juntos, más dejamos para ese día,...

Por último, me acuerdo del día que se lo presentamos a nuestros amigos. Por algo sería... Me acuerdo la sonrisa que se nos puso en la cara contando todo lo que pasó día tras día,... me imagino cuando será contado en una casa de campo, en una mecedora de madera, a nuestros nietos, independientemente de si serán los mismos o no...
Te hablo de esos muchos que se llaman "Senti" y "Mientos", pero desde que he empezao el texto no sé si hablo de los tuyos o de los mios... el caso es que da igual, ya lo dejaremos para otro día,...¿no?
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