miércoles, 9 de noviembre de 2011

Aquel día...

Me da la sensación de que hoy ya es tarde,... que éstos tienen pinta de que no los vamos a echar tan fácilmente de aquí. Me parece que los vamos a tener que volver a contar y replantearnos seriamente si ordenarlos por importancia, implicación o alfabáticamente,... aunque a estas alturas creo que el orden da lo mismo...

Nos cosumen, nos comen por dentro y nos hacen mostrar la cara más sensible de nuestro lado más humano. Hasta tal punto de que nos hacen inventarnos excusas para no echarnos tierra encima y culparnos de un "pudo ser, pero no pude" o un "quiero, puedo, pero no debo..."

El otro día te vi jugar con ellos. Coqueteaste y ellos se dejaron querer. Le diste abrazos, besos, no-miradas,... le diste hasta vergüenza , pero vergüenza de la tímida, de la que enamora y ellos la aceptaron con mucho gusto...

Todavía me acuerdo del día que los abandonamos. ¡Ni se quejaron! Estuvieron esperándonos, por si volvíamos y no aparecimos... Preguntaron por nosotros, pero no para echarnos la bronca u obligarnos a nada, sino simplemente porque estaban preocupados por nosotros, no sabían como estábamos, nos echaban de menos...

Tampoco me olvido del día que le prometimos... Aquel día que no había horas para ocupar todo lo que le tenemos preparado. Y el caso es que por cada hora que pasamos juntos, más dejamos para ese día,...

Por último, me acuerdo del día que se lo presentamos a nuestros amigos. Por algo sería... Me acuerdo la sonrisa que se nos puso en la cara contando todo lo que pasó día tras día,... me imagino cuando será contado en una casa de campo, en una mecedora de madera, a nuestros nietos, independientemente de si serán los mismos o no...


Te hablo de esos muchos que se llaman "Senti" y "Mientos", pero desde que he empezao el texto no sé si hablo de los tuyos o de los mios... el caso es que da igual, ya lo dejaremos para otro día,...¿no?

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