jueves, 8 de diciembre de 2011

Con "t" de Te Quiero

Tenemos, con "t" de temprano, a un elemento en nuestra contra. Temporiza, con "t" de tardío, todos los momentos de nuestras citas. Ni te lo presento. Con saber que existe, por desgracia, nos basta...

Tardó, con "t" de temporada, y cuando llegó vino cargado de contrarias y prisas. Terminaba, con "t" de terminal, toda la salud de nuestros "nunca te voy a abandonar" y los convertía en un "hasta luego"...

Le tenemos contadas las horas de cuando viene y se va. Le tenemos odio porque en su día, astutos kinkis del amor nos lo presentaron como excusa. Le tenemos hasta sinónimos por tal de no llamarlo como se merece. Entre ellos están el angustioso "...¿ya?..." o el asumido "...se acabó..."

El caso es que vivimos bajo su techo, lo tenemos en horarios, móviles y relojes, y nunca supimos de él hasta ahora...

Todo, con "t" de totalidad, que tenga que ver con él, acaba. Además, de una manera cruel y finita. Y lo irónico de todo es que precisamente todo, lo convierte en nada.

Millones de acciones hacemos con él, como por ejemplo, dar, hacer, pasar e incluso matar. Algún pardillo anda por ahí alabándolo como breve, soltando después la ridícula y antimatemática frase de "lo bueno si breve, dos veces bueno":.. (Bueno + Breve = 2*Bueno  ==> Bueno=Breve !!! Absurdo)



Yo no hago nada más verte, pedirlo, porque aunque no sea santo de nuestra devoción, es el único que nos permite estar juntos. Es el único que si se queda con nosotros, nos da la oportunidad de tenernos más...

Tiempo.

Ganar tiempo, que a día de hoy, nada más que he hecho perderlo...

Tiempo para estar contigo un poquito más...

Toda la vida, con "t" de tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario