viernes, 2 de diciembre de 2011

Te deseo.

Yo deseo, tú deseas... y aquí se acaba todo. Mejor dicho, aquí es dónde empieza lo que un día nos prometimos que nunca desearía que pasara...

Desear es querer con fuerza algo flojito. Desear es lo más parecido a soñar despierto. Es llevarse todas las ganas al mundo de las casualidades y ponerle colores...

"Te deseo" es lo mejor que te pueden echar en cara. Creo que sustituye a la hipoteca "te quiero". "Te deseo" dura lo que tú quieras que dure. Un "te quiero" se acaba cuando el otro desee que acabe y te pegas semanas ahí, pagando la letra, la hipoteca, que le prometistes al banco de tus "ex", que de un día para otro, olvidaron hablar para aprender a gritar...

No vengo a contarte nada nuevo. Llevas una vida deseando cosas que no llegaban y queriendo elementos que no mostraban un ápice de deseo...que no deseaban...

Pero nos hemos propuesto como gatos negros desear al deseo. Ilusionarnos por la ilusión. Enamorarnos de enamorarse. Hemos tirado la casa por la ventana y hemos ido al "Deseomercado" y nos hemos gastado lo poco que teníamos en todo lo que queríamos. Perdón, deseábamos...

De paso, asimilamos que estábamos de paso, y vivimos cada día de ese deseo como algo inesperado. Te sorprendes, te encoges de hombros y lo disfrutas, porque sabes que es probable que sea el último día de esa experiencia, persona o relación en tu vida...

Pero no. Al día siguiente, te vuelven a ganar, y aquello sobrevive 24 horas más. Esa persona se empeña en joderte el pesimismo, te suprime todos tus "ya lo sabía...", te desea, y te consigue sacar una sonrisa un día más, además diferente siempre, y casi sin ningún esfuerzo. Y todo esto hace que eso de desear tenga su puntillo,... tenga su morbo,...

Morbo el que da desear sin condiciones. Aunque suena caro, es gratis, nunca vacío, y encima si deseas dos veces seguidas, siempre hay una tercera...

Ahora que te tengo aquí, buscando ser partícipe de este deseoso texto, que se ha hecho de rogar en un día poco deseoso (yo aquí, y tu allí, que es una frase que marca una distancia mayor que cero),... ahora que estás aquí, pide un deseo...

¿Aún no? Puedo esperarte toda tu vida,... Desear es pensar en lento todas las cosas que quieres que vengan deprisa... Venga pídelo,...pide un deseo...




Ése no, que ya me tienes, pide otro...

Ése tampoco, que ya mismo lo vamos a cumplir...

Ése sí, ése si me vale,...yo también lo deseo.















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