domingo, 18 de diciembre de 2011

Touché!

Mira, me equivoqué. Me equivoqué y te he estado engañando todo este tiempo. Reconozco que me he callado lo que en verdad debería de decirte. Lo siento.

He estado mareando la perdiz por cobarde. Por no llegar a esos ojos, y decirte la verdad. Ahora es absurdo decírtelo, pero lo he intentado.

No puedo más, así que te lo diré dentro de poco. Es que he visto que no te lo mereces, que yo ande aquí ocultándote cosas...

Lamento todo lo que te he dicho hasta ahora, porque, aunque todo haya sido sincero, ha sido poco para lo que en realidad era...

Tengo que decírtelo porque es que si no te lo digo reviento. Si no te lo digo, me lo voy a quedar para mí y no es ético, no es justo.

Será breve. No llevará más de 3 segundos decírtelo, pero el efecto que pueda provocar va a ser eterno. O al menos eso quiero pensar. No va a salir de mis labios.

No lo leas tan rápido. Medítalo. Piensa palabra por palabra todo lo que vengo a decirte.

Venía a decirte que...

"Que te quiero, pero no así, tan seco, sino con más intensidad,.. es parecido a te adoro, pero no como alabanza, sino como apego. Te Quiero, pero con mayúscula y tilde en la Q. Te Quiero para largo, pero no de distancia, sino de tiempo, y no del malo, sino del bueno, el que es eterno. Es que nunca te lo había dicho, pero créeme, que te quiero, y no como un cualquiera, sino que te quiero como mujer, como amiga, como novia, y como presente y como futura..."



Pero lo que en realidad venía a decirte, no está escrito aquí... vas a tener que tirar de teléfono y agenda y preguntarle a alguien, a más de un@, que es lo que en verdad quería decirte... Touché!

No hay comentarios:

Publicar un comentario