miércoles, 11 de enero de 2012

El partido

Una moneda. Cara o cruz. Suerte. Y estábamos cara a cara y de cruz en cruz. Vestidos con nuestros mejores uniformes. El tiempo climatológico era inestable y veníamos de una racha de tormentas inesperadas en pleno otoño, casi final de verano...

Tiempo donde menos estábamos preparados para todo esto. El partido más importante de nuestra vida. Y llegaba en el peor momento de nuestra carrera amorosa. Pero lo afrontamos, porque teníamos un equipo de psicólogos, amig@s, orgullo, en definitiva, afición que nos animaba a afrontarlo con la mejor de nuestras ilusiones...

Con el pitido inicial, nos dimos uno de nuestros primeros textos. En formas de palabras que nunca habíamos escuchado. Todo aquello que parecía tan cotidiano, lo convertimos en nuestro, y cualquier cosa nos sonaba a algo propio...

Empezaste con la posesión a tu favor, dabas pases al hueco, ilusiones a la espalda, e incluso tuviste varias ocasiones de mandarlo todo fuera del terreno de juego...

Después empecé yo a cerrar bien los huecos en mi corazón, y te robé tu tierno amor, en forma de cartulinas de colores... Hice un cambio pronto. Saqué a "Senti" y "Mientos", y le di entrada al terreno de juego a "Ganas" e "Ilusiones".

Con estos dos, ya dominaba. Y el que te había sacado las castañas del fuego en otros menesteres debajo de los tres palos, "Miedo", no supo reaccionar a todos los balonazos con forma de color rojo pasión que entraban en tus redes...

Y nada, creo que presenciaste la mayor goleada que tuviste delante. Y te gané, de tal forma que cuando salimos los dos del campo, salimos ganando los dos,... o al menos eso piensa la grada,... donde ahora mismo estamos tu y yo...



Gracias por el regalo. Gracias por estar a mi lado. Gracias por ganarme el partido...

No hay comentarios:

Publicar un comentario