Una libreta llena de dibujitos marcan nuestros sueños conforme vamos avanzado en edad. Página por página aparecen palabras indicándonos qué es lo que queremos del otro, qué le podemos pedir, y qué queremos repetir....
Un blog poco común entre enamorados marcan los días como diferentes, los hace legibles y les pone buena letra, por si algún día se levanta una con el pie torcido; enderezarlo y endulzurarlo un poco para que se haga más ameno y más bonito.
Un cielo que se vuelve obligatorio, nos persiguen los días de distancias, y colorea nubes blancas que se vuelven mirables, y la suma de todo lo convierte en el principio de lo que, a día de hoy, no se le ve fin...

Unos dibujos, de niños abrazados, de funciones que dibujan corazones,... de cielos celeste a lápiz alpino, dicen las ganas que teníamos de marcar los días con rotus de colores, y darle continuación a la suerte de encontrarnos, de darle la razón al destino caprichoso, y de ofrecerle a nuestras sonrisas una excusa para salir a la luz...
Mil millones de mensajes, de privados, de textos cortos y largos, que vienen a decir en pocas palabras cuánto nos podemos decir con tan poco. Y aquí también entran esas miradas, que si se pudieran mandar virtualmente también estaríamos hablando de mil millones, y créeme, no exagero...
Por último, una carta, unos regalos, un mono, un chaqueta, un juego inventado, un llavero original, un rosco de reyes, un árbol de Navidad y un cuadro de fichas del parchís, y así sucesivamente hasta cariño,...

Y pensar que hay personas que aún
Vuelve a leer el texto,... pelos de punta... vuelve a sentirnos...
Firmado: Sentimientos.
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